2da entrega: cambios cognitivos de la adolescencia
El pensamiento en el horizonte
A medida que el cuerpo cambia, también lo hace la mente. En esta segunda entrega, nos adentramos en uno de los aspectos más fascinantes —y a menudo invisibles— de la adolescencia: el desarrollo cognitivo. Esta etapa no solo transforma la manera en que los jóvenes piensan, sino también cómo se perciben a sí mismos, cómo toman decisiones y cómo comienzan a construir su identidad. Comprender estos cambios es clave para acompañarlos con empatía, conciencia y ciencia. Porque no se trata solo de crecer, sino de empezar a pensar el mundo con nuevos ojos.
El desarrollo cognitivo es el proceso mediante el cual las personas adquieren, organizan y utilizan el conocimiento a lo largo de la vida. Implica cambios progresivos en la forma en que pensamos, recordamos, resolvemos problemas, aprendemos y comprendemos el mundo que nos rodea.
Este desarrollo comienza en la infancia, pero no se detiene al llegar a la adolescencia. De hecho, durante esta etapa se producen transformaciones profundas que sientan las bases del pensamiento adulto. En palabras sencillas, el desarrollo cognitivo es cómo vamos aprendiendo a pensar de forma cada vez más compleja.
¿En qué se notan estos cambios?
En la percepción: en cómo interpretamos lo que vemos, escuchamos o sentimos.
En la memoria: en cómo almacenamos y recordamos información.
En el lenguaje: cómo usamos y entendemos las palabras.
En el razonamiento: cómo tomamos decisiones y resolvemos problemas.
En la atención: cómo enfocamos nuestra mente en lo que es importante.