Cosas del corazón: infarto agudo al miocardio. Lunes
Editorial | Fisiopatología del infarto agudo al miocardio
1: Antes de sanar, al arte de prevenir | Semana 2: Endocrino: Las llaves del metabolismo | Semana 3: La salud mental es fundamental | Semana 4: Cosas del corazón, cardiología | Semana 5: Músculos y huesos | Semana 6: Oncología | Semana 7: Hombres y mujeres saludables | Semana 8: Los niños primero: Pediatría | Semana 9: Honrar la sabiduría: Geríatría | Semana 10: Joyas de infectología
Editorial. El corazón se rompe de verdad
Lo que un corazón puede enseñarnos
Gracias a la extraordinaria respuesta que ha tenido The Person Matters Journal desde su lanzamiento, nuestros temas centrales de estudio semanal han crecido. Lo que comenzó con siete grandes ejes temáticos —prevención, diabetes, salud mental, cardiología, músculo y hueso, infectología y oncología— hoy se expande para integrar también la salud del hombre y de la mujer, la salud pediátrica y la geriatría clínica.
Porque el cuerpo humano no cabe en siete compartimentos. Y la vida real, menos.
Por eso, desde esta edición, caminamos con un mapa más amplio. Uno que no solo organiza el conocimiento, sino que también respeta los ciclos de la vida, las particularidades de género y las realidades del cuidado humano en todas sus etapas.
Esta semana, en la Semana de cosas del corazón, dedicamos nuestra atención a uno de los temas más decisivos en medicina clínica moderna: el infarto agudo al miocardio.
Un evento que no siempre avisa, pero siempre transforma.
Un proceso que comienza en silencio, pero que puede alterar el curso de una vida entera.
Durante los próximos días, abordaremos el infarto desde todos sus ángulos: su fisiopatología invisible y letal, sus manifestaciones clínicas abiertas y ocultas, su abordaje farmacológico, su tratamiento estructural, sus complicaciones agudas, y su profunda dimensión humana.
Lo haremos como siempre: con lenguaje claro, con evidencia científica actualizada, y con una narrativa que conecta el conocimiento con la vida real. Porque el infarto no ocurre en un laboratorio. Ocurre en cuerpos que aman, que trabajan, que esperan. En corazones que, hasta el día en que tropiezan, han sostenido miles de días sin pedir aplausos.
Y quizá por eso vale tanto la pena aprender a escucharlos antes de que callen.
Bienvenidos a la Semana de cosas del corazón.
Bienvenidos a una historia que comienza con un tambor.
Y que, si se comprende a tiempo, puede volver a marcar el compás.